Todo el mundo conoce la marca Ronford-Baker como la élite de los soportes para cámaras, como sinónimo de precisión y calidad, como una marca de prestigio que ha perdurado durante 47 años en la historia del cine. En la actualidad fabrica cabezas fluidas, trípodes, spiders, bazookas, cabezales, rigs, sliders, etc. Y evidentemente nosotros seguimos distribuyendo la marca aunque últimamente no la hayamos nombrado en nuestro blog.
Ronford-Baker Engineering fue fundada en 1966 por Ron Ford, dedicado al negocio de alquiler de cámaras, y Harry Baker, un ingeniero con talento. En sus inicios se dedicaron al mantenimiento de cámaras con sus accesorios y pronto obtuvieron renombre como la empresa que daba soluciones especiales y a medida para los rodajes cinematográficos. Uno de estos pedidos especiales fue un trípode ajustable para la producción de «Ryan’s Daughter», que necesitaba resistir diariamente el peso de una cámara Super Panavision 70mm mientras estaba medio sumergido en el mar; así fue como nació el trípode Ronford-Baker. Este trípode con patentes internacionales y ganador de un premio técnico de la Academia por su sistema de cuatro tubos telescópicos, es actualmente el estándar de todos los trípodes para cine y televisión de la industria alrededor del mundo.
Como lo más popular de Ronford-Baker hoy en día son sus cabezas fluidas, empezaremos en este post hablando de la más grande, la Atlas, con una capacidad de 50kg y un peso de 13kg; incorpora un sistema patentado de balance y 15 durezas de fricción fluida en picado y panorámico, aparte del punto muerto o cero que deja la cabeza totalmente libre. El movimiento de picado alcanza los 180º y podéis escoger, para la fijación al trípode, entre el sistema Mitchell o la bola de 150mm, aunque siendo una cabeza destinada a grandes cámaras de cine yo siempre optaría por la montura Mitchell y nivelar por patas o peanas; imaginaros nivelar la cabeza con 50kg de cámara más 13kg de la propia cabeza con un anclaje de bola.
Su hermana pequeña y más nueva, la Atlas30, se adapta a las exigencias del guión de la nueva generación de cámaras donde, mil accesorios aparte, la reducción de peso es notable. Bajo el mismo patrón de funcionamiento la Atlas30 tiene una capacidad de 30kg y un peso de 9kg, con 7 durezas de fricción fluida en picado y panorámico, y posición cero para movimientos rápidos al principio y al final de la escala; el balance en picado también se puede liberar para reposicionar la cámara; la fijación a trípode es mediante bola de 150mm o con adaptador de bola a Mitchell. Esta cabeza está sellada para resistir rodajes en la arena.
Alfons Grau – Director Gerente de Grau Luminotecnia
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