Este mes de diciembre empiezo un poco guerrero. Debe ser porque los anuncios de Navidad y las calles iluminadas me han tocado la fibra… Como se adivina por el título, me voy a meter en camisa de 11 varas con el tema de las tiendas on-line. Pues resulta que no hace mucho hablaba con unos amigos del sector de la conveniencia de darles publicidad a tiendas on-line que ni siquiera sabemos dónde están ubicadas, si es que no son virtuales del todo tanto física como legalmente.
Cuidado, no me estoy metiendo con las tiendas on-line en sí, sino con las tiendas on-line fantasmas de las que no sabemos ni tan siquiera si tienen padre o madre. También debo decir que vengo a hablar de las tiendas on-line de nuestro sector (muy técnico) aunque el debate es extensible a todos los sectores. Evidentemente no soy imparcial puesto que, como ya sabéis, Grau Luminotecnia tiene tienda física con material para «tocar», atención telefónica, comerciales, técnicos, asesoramiento, taller de reparación y servicio de garantía para todos sus productos representados e instalaciones; como no soy imparcial, para defender a las tiendas on-line, tenéis la puerta abierta sin censura en los comentarios de este blog y en nuestras redes sociales.
Estoy de acuerdo que el cliente, con todo su derecho, siempre intente comprar el MISMO producto al mejor precio; he escrito el MISMO con mayúsculas porque no me vale uno similar de dudosa garantía (que también podéis encontrar en tiendas físicas, pero menos). En algunas tiendas on-line, las que yo llamo virtuales o fantasmas, no tienes garantía como cliente y te pueden llevar al «mal servicio» y cuando te das cuenta el daño ya está hecho; por otro lado, las tiendas on-line, todas, tienden a cazar al cliente con precios a la baja, a veces tanto, que no les da margen para mantenerse en pié. Claro, el precio es el precio, pero no nos olvidemos del servicio, que también es importante; por otro lado, hablando se entiende la gente y con un presupuesto cerrado siempre puedes negociar con el personal que te atiende y asesora en una tienda física.
Por otro lado, si compras en una tienda on-line extranjera debes tener en cuenta qué portes vas a pagar, y si, aparte del IVA cuando pase aduanas, deberás pagar aranceles al recibir el producto. Esto acostumbra a conllevar disgustos cuando compras a empresas de EEUU para Europa, previa comparación de precios con el distribuidor europeo, que por norma ha incluido los portes y aranceles en su precio.
¿Hemos vivido sin tiendas on-line durante mucho tiempo, pero podremos vivir sin tiendas físicas donde probar el producto antes de decidir la compra? No nos engañemos, las tiendas on-line que ofrecen devolver el producto si no cumple con tus expectativas, no podrían mantener los precios si todos sus clientes lo probaran una vez comprado y decidieran si cumple sus expectativas o no; juegan con el hecho de que gran parte de su clientela lo ha probado previamente en una tienda física.
Sí a las tiendas on-line, pero como complemento de una tienda física y una atención telefónica que te garanticen que alguien va a responder a cualquier duda o consulta. Las tiendas on-line son un hecho y nadie lo va a discutir, y hay algunas que funcionan muy bien, pero en las tiendas físicas encontrarás el calor humano, el mirar a los ojos a quién te está atendiendo y asesorando, si se da el caso, y esto tiene un valor añadido.
Como siempre que toco temas polémicos, esta es una opinión personal que busca debate con los lectores de este blog. Esta semana tendré poco acceso a internet, pero responderé a vuestras opiniones cuando sea posible. Gracias por participar.
Alfons Grau – Director Gerente de Grau Luminotecnia