El éxito de la gama de productos para vídeo reflex o vídeo DSLR nos hace explorar nuevos mercados (para nosotros) dentro del campo de la fotografía. Por otro lado, la ilusión por nuevos proyectos y la coincidencia de objetivos comunes nos lleva irremisiblemente a una futura colaboracíon con Canon en ámbito de formación.
A un profesional del cine le es mucho más fácil adentrarse en el mundo de las Canon 5D, 7D y 550D que a un profesional del vídeo de reportaje social. Es una questión de concepto y la figura del Director de Fotografía, como su nombre indica, tiene una gran base en la fotografía pura: Encuadre, enfoque y luz. En el vídeo de reportaje social se trabaja poco la iluminación, se utiliza mucha profundidad de campo y el “relato” es diferente. En un tercer término vemos al fotógrafo que tiene en sus manos una cámara fotográfica reflex como toda la vida, pero ésta hace vídeo en alta definición; “vaya, esto hay que explotarlo, pero nunca he hecho vídeo”, piensa.
El cine ya tiene sus cámaras para hacer cine y la 5D ó 7D se queda como una cámara auxiliar o una cámara para cortometrajes de bajo presupuesto. Estas cámaras abren puertas a nuevos proyectos de cine al trabajar con el mismo sistema que las cámaras grandes de cine, un cuerpo con la electrónica donde se le van añadiendo todos los accesorios necesarios: Óptica, portafiltros con visera (Mattbox), mando de foco, visor o monitor, soporte a hombro, audio, etc. Evidentemente estas cámaras DSLR tienen sus ventajas como son su reducido tamaño y el reducido coste de la propia cámara y sus accesorios, pero también tienen sus desventajas como la alta compresión y ópticas con recorrido de foco “infinito”, para nombrar alguna de ellas.
Centrémonos pués en el vídeo y la fotografía con un mercado inmensamente amplio para las cámaras DSLR con función de vídeo HD. Hace falta formación tanto para los profesionales del vídeo como para los de fotografía y cada uno debe aprender las bases del otro. El primer paso es preguntarse y responderse a uno mismo qué espera hacer con esta cámara. No será el primer camarógrafo de vídeo ni el último que veo al que cuando le hablas de la profundidad de campo se te queda mirando con cara extraña, y cuando le dices que necesita un mando manual y externo para foco se piensa que estás loco. Ya no le cuentas que en cine hay una figura muy importante que es el foquista…
La gracia de las cámaras DSLR está en su corta profundidad de campo y nunca vas a usar el enfoque automático para vídeo porque se va a volver loca la cámara, el usuario y el espectador. La narrativa con poca profundidad de campo se basa en llamar la atención en un detalle o personaje enfocado mientras lo secundario queda fuera de foco y eso se hace manualmente y a criterio del operador de cámara.
Si quieres darle un look de cine, ésta es tu cámara, pero debes saber que tendrás más trabajo para hacerlo bien. Si lo que quieres es que te quede todo enfocado ó trabajar con enfoque automático, la reflex o DSLR no es la cámara que estás buscando.
Volvamos con la formación. Ya empiezan a haber escuelas que preparan cursos para grabación de vídeo DSLR. Nosotros no somos una escuela ni queremos competir con ellas, más bien al contrario, somos sus colaboradores. Simplemente queremos llenar el hueco que queda entre la simple presentación del producto y cómo funciona, y un curso de formación. Podríamos llamarlo un taller, donde tienes las cámaras y los accesorios y explicas cómo se trabaja en cada caso y cuales serían los accesorios necesarios. Vamos, queremos dar una respuesta a la pregunta más recurrente que nos hemos encontrado en nuestras Jornadas DSLR: Qué necesito para hacer vídeo con una DSLR?
Alfons Grau – Director Gerente de Grau Luminotecnia
Ya que muestra tanto interés por el aprendizaje, simplemente quería realizar una pequeña indicación gramatical sobre la redacción de su artículo. En la primera línea del último párrafo, escribe «ya empiezan a haber escuelas». Este uso del verbo «haber» es incorrecto, no se debe conjugar en su forma plural, sino singular, ya que se trata de una forma impersonal. Por tanto, lo correcto sería «ya empieza a haber escuelas». No se preocupe, ya que el desconocimiento de la correcta conjugación del verbo «haber» es tan común por la población en general, como el de la profundidad de campo entre los reporteros de vídeo.
En otro orden de cosas, y ya a título personal, me gustaría indicar mi discrepancia respecto al evidente elitismo profesional que despliega en el artículo. En mi vida profesional dentro del campo audiovisual, algunos de los mejores técnicos que he conocido provienen del reportaje social. Aquellos que han iniciado su actividad con el vídeo digital, son los más abiertos al cambio y los que mejor se adaptan a las nuevas tecnologías. El colectivo de directores de fotografía de cine en España ha supuesto un lastre para la innovación tecnológica audiovisual desde hace años, y sólo las nuevas generaciones se han hecho conscientes del potencial de cámaras como la Red One, la introducción del 4K en la producción cinematográfica y la próxima e inevitable extinción del celuloide.
Gracias Flavio por las aportaciones, de eso se trata, de que todos aportemos nuestro punto de vista.
La corrección gramatical también es interesante puesto que ahora veo el error; digamos que hay días con mayor inspiración narrativa que otros, pero siempre procuro mantener la norma de tres artículos semanales y eso conlleva a que se cuelen errores.
En lo que refiere al tema del artículo, me gusta la discrepancia, pero no pretendo ser elitista puesto que yo no soy ni Director de Fotografia ni Reportero Social. Simplemente quiero constatar desde un punto de vista suficientemente alejado que con la misma cámara hay una filisofía totalmente distinta si se procede del mundo del cine o del reportaje social. En el mundo del cine uno no toca una cámara sin un paso previo como ayudante o auxiliar y cualquiera se atreve a hacer reportaje social sin experiencia previa. Evidentemente que hay buenos y malos profesionales en todos los terrenos así como hay profesionales que se adaptan a las nuevas tecnologías y otros que se quedan en el camino defendiendo lo indefendible.
Evidentemente no pretendo menospreciar a nadie en mi artículo; sólo destacar lo que estoy viendo. También debemos reconocer que el Cine sí es elitista comparado con el Reportaje Social, si nos basamos en la cantidad de profesionales en uno y otro lado, el coste de las cámaras y el coste de una producción.
Gracias por las aportaciones y por leerme.
Alfons Grau